martes, 8 de abril de 2008

Comentario de los capítulos 1 y 2 de "Les TIC a l'Educació infantil"

El libro del que hablaremos a continuación tiene como referencia bibliográfica: CASES, J. y TORRESCASANA, M.R. Les TIC a l’Educació Infantil. Dossiers did@c-TIC’s. Editorial UOC. Barcelona, 2006. Como bien indica este apartado, analizaremos aquí los capítulos 1 y 2 del libro mencionado, destacando las ideas principales en que se sustenta, añadiendo a ello cualquier valoración personal que considere oportuna.

Pues bien, dicho esto procederé a exponer el tema que nos concierne, adentrándonos de lleno en el primer capítulo del libro, “Les TIC i l’escola”, para lo cual cabe destacar que actualmente nos encontramos en la sociedad de la información, producto de la revolución digital que se encuentra en continuo desarrollo y de la que somos “víctimas”, realidad que implica necesariamente una adaptación a este nuevo marco social, y es en este nuevo medio digitalizado que la educación ha de tomar riendas a través no sólo de una concienciación de este cambio social sino también, y sobretodo, mediante una actuación directa y activa que conlleva al mismo tiempo un replanteamiento metodológico docente.

De hecho, es fácil observar con ojos críticos las variaciones que se han producido en las últimas décadas, ya no sólo en el campo educativo, sino en toda la sociedad en general, con respecto a las innovaciones tecnológicas: hace algunos años eran impensables avances como el DVD o Internet, del mismo modo que lo era un aula provista de ordenadores donde los alumnos tuvieran un papel activo, ya que la metodología docente no era otra que la mera transmisión de conocimientos por medio del libro (alumnos receptivos) y las correspondientes explicaciones sustentadas también por la pizarra, y sin embargo hoy en día no nos sorprende porque ya es algo habitual que nos concierne a todos. Por tanto, con esto queda claro que los niños, centrándonos ahora en la educación infantil, se encuentran rodeados por todos estos avances tecnológicos a los que ven como meros objetos de la vida cotidiana, que les rodean diariamente (televisión, ordenadores, cámaras digitales, videoconsolas, etc.), y de ahí, como nos quieren hacer ver los autores, la necesidad de una adaptación educativa a estas innovaciones ya desde las primeras edades, facilitando así la integración de estos niños al mundo actual que les rodea.

Teniendo en cuenta estas apreciaciones generales que nos sirven como introducción del libro, nos adentraremos ahora en el segundo capítulo, al que los autores denominan “Aportacions de les TIC a l’educació infantil”. De este modo, podemos decir que éste comienza afirmando que el desarrollo del niño es producto de dos factores esenciales, a saber: el código genético y el ambiente. Queda claro que nos centraremos en el último, que quedaría incompleto si no mencionáramos el concepto de ‘estimulación’ (siempre adaptada al momento madurativo de la persona), ya que de hecho lo que ayudará al niño a evolucionar es la interacción con otras personas y con los objetos que lo rodean, favoreciendo así una mayor autonomía en él, una ampliación de sus relaciones personales, etc.

Ahora bien, ¿qué relación posee esta última afirmación con el tema que nos ocupa, la introducción de las TIC en la escuela? Más de lo que en un principio se podría imaginar, ya que teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente, podemos llegar a la conclusión de que el papel fundamental del docente no es otro que servir de guía a sus alumnos, proporcionándoles las herramientas adecuadas y ayudándoles en el uso de los nuevos recursos tecnológicos, recursos que ya son una realidad para ellos, dejándoles libertad para que descubran nuevos conceptos por sí mismos, al mismo tiempo que orientándoles en aquello que necesiten. Con esto queda claro que la tarea fundamental de los profesores ha de ser la de ayudar a los estudiantes a ‘aprender a aprender’, es decir, que sean capaces de desarrollar un aprendizaje autónomo.

Pues bien, evidenciada la importancia de introducir las TIC ya en educación infantil, éstas no podían estar excluidas del ámbito curricular, donde deberían inserirse como competencias a suplir (y de hecho ya lo están), lo cual lleva consigo una serie de directrices a tener en cuenta: es necesaria una formación y un cierto dominio de las TIC por parte del profesorado; éste ha de tener presente y partir de los conocimientos previos de sus alumnos con respecto al tema que nos ocupa, para profundizar y perfeccionar en dicho conocimiento; el docente ha de ser capaz de integrar las TIC en las aulas para que sean útiles y eficaces en el proceso de enseñanza-aprendizaje de los niños (aprendizaje significativo); y por último, todo ello conlleva una favorable reorganización del espacio y del tiempo escolar, del mismo modo que un cambio en la metodología tradicional, factor del que ya habíamos hablado anteriormente. Por tanto, si las TIC se encuentran contempladas en el PCC, esto deriva en el hecho de que se pueden trabajar en cada una de las áreas curriculares de Educación Infantil, que son Descubrimiento de uno mismo, Descubrimiento del entorno social y cultural, e Intercomunicación y Lenguaje.

Por tanto y a modo de conclusión, podemos decir que la introducción de las TIC en educación infantil es no sólo favorable sino también, y sobretodo, necesaria. Esto es así porque la realidad que nos envuelve actualmente se encuentra impregnada de toda una serie de recursos e innovaciones tecnológicas de las que ni siquiera somos “conscientes”, ya que las consideramos como algo habitual en nuestras vidas y no nos imaginamos sin ellas. Pues bien, esto deriva en que los niños, al entrar a la escuela, ya conocen la mayoría de estas innovaciones, o al menos las identifican, por lo que nuestro papel como docentes ha de ser el de motivadores y creadores de su interés por el aprendizaje de nuevos conceptos, con el fin de prepararlos para vivir en la sociedad que les rodea, como individuos críticos y con una mente abierta frente a las TIC. Y a esto cabe añadir que, como bien es sabido, a los niños les motiva mucho la utilización de nuevas tecnologías, porque les hace sentirse protagonistas de su propio aprendizaje (no todo está en manos de su profesor), con lo que además hay que tener en cuenta que el uso de las TIC en el aula puede servir no únicamente para aprender cosas nuevas, sino también para reforzar conocimientos que ya poseen los alumnos: las dimensiones en que se puede plantear la introducción y utilización de las TIC en las aulas son infinitas.

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